Laser verde ¿peligro oculto?

Este artículo salió publicado en Sky and Telescope, y traducido por Mario Manzanares - enviado por Esmeralda Mallada al foro de LIADA.

Como muchos de Ustedes, nunca participé de una jornada de observación nocturna sin llevar conmigo un puntero de láser. Este adminículo, muy útil y cada vez menos costoso, ha revolucionado realmente el modo en que podemos señalar objetos a veteranos y novatos por igual.

Un puntero de láser típico, con una potencia de 5 mW, emite un haz de luz intenso y condensado, en una longitud de onda de 532 nanómetros. En la noche, este haz es visible por cientos e incluso miles de metros, dependiendo de las condiciones del cielo. Implementos como éste pueden adquirirse por menos de U$$ 20.

También, al igual que algunos de Uds., reconozco tener algo de envidia en esas jornadas, participando de amigables competencias para dilucidar quién posee el puntero más potente. Es bien sabido que la potencia de estos adminículos puede variar grandemente de uno a otro, sin importar lo que la etiqueta o el vendedor digan. En la práctica, muchas veces me he preguntado por qué algún puntero de un modelo en particular, presenta una luz tan pobre.

Ahora sé, gracias a un artículo reciente del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología, que estos instrumentos no producen luz láser verde de inicio, sino que generan una energía infra-roja debidamente alineada que se torna verde al pasar a través de un cristal especial.

En muchos de ellos, una cuidadosa combinación de cubiertas anti-reflectivas y transmisoras, con un bloqueo del infra-rojo a la salida del haz, hace que esa energía quede atrapada y solo salga luz verde pura en longitud de onda de 532 nanómetros. Los investigadores hallan que los instrumentos de bajo costo pueden también perder su capacidad de bloqueo infra-rojo. En su estudio, testearon un puntero que mostró emitir nueve veces más energía infra-roja que luz verde. En condiciones normales esto no sería de gran importancia, ya que cualquiera que recibiera en los ojos el haz de luz parpadearía instantáneamente. Sin embargo, de incidir sobre una de las modernas "ventanas ahorradoras de energía", con posterior reflexión sobre su persona o la de otra cercana, toda esa energía le alcanzará.

He visto algunos láseres capaces de agujerear una bolsa de plástico, y en algunos sitios web se promociona la capacidad de algunos de ellos para reventar globos, prender fósforos y quemar papeles. Probé mi láser particular y no logré dañar la bolsa plástica. Ahora, ¿ello significa que es seguro desde el punto de vista de la emisión infra-roja? No necesariamente, -dice Alejandro Restelli- uno de los autores del trabajo. El láser sin filtro testeado por ellos liberó 20 mW de energía infra-roja, insuficiente para reventar un globo, pero lo bastante potente para dañar la retina.

Tampoco contar con un láser débil significa que no tenga un arma en la mano. Muchos factores pueden influenciar la calidad de la luz verde emitida, entre ellos el cristal usado, la temperatura de operación, la alineación óptica y la calidad de las coberturas.

Diagrama esquemático del aparato que explican aquí para ver si un láser verde es peligroso. La observación visual o con web-cam sin filtro se hace desde la derecha, a través del papel.

Un medio para asegurarse de que su láser no es peligroso es utilizar un CD como superficie de difracción, separando así los componentes verde e infra-rojo. El ojo no puede ver los picos de difracción de energía infra-roja a longitud de 1064 nanómetros, pero sí pueden verse a través de una "web cam" a la que se le ha quitado el filtro infra-rojo. Aliento a los clubes de aficionados a la astronomía a construir tal instrumento para testear los punteros láser de sus asociados.

Usando el aparato del diagrama anterior, los ojos ven sólo la luz verde del láser. Pero una cámara sensible al infrarrojo revela puntos de energía invisible peligrosa que podría causar daño a los ojos.

El consejo es: compre con cuidado, y hágalo con un distribuidor serio que pueda certificar la potencia de salida del instrumento y asegurar que éste está libre de emisiones infra-rojas.

Artículo de Craig Michael Utter para S&T.