Por Martin Arin
La misión espacial Venus Express de la Agencia Espacial Europea ha estudiado el comportamiento del vórtice del polo sur de Venus, observando que se mueve de forma impredecible en torno al polo sur geográfico a velocidades de hasta 55 kilómetros por hora.
Nave Venus Express de la ESA. |
Los resultados del estudio, en el que ha participado un investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se publican en la revista 'Nature Geoscience'.
La nave
La Venus Express, lanzada a fines de 2005, es una misión alrededor de Venus, dedicada a la observación de la atmósfera del planeta. Informa de manera detallada sobre la alta atmósfera, como así también la información sobre el contenido del monoxido de carbono y Agua debajo de las nubes.
El vortice
Según recuerda el CSIC, los vórtices atmosféricos son flujos turbulentos que rotan en espiral, frecuentes en las regiones polares de los planetas del Sistema Solar de rotación rápida, como la Tierra, Júpiter y Saturno, aunque también pueden producirse en cuerpos de rotación lenta, como es el caso de Venus.
Según este científico, "el caso de Venus es muy especial en el Sistema Solar, ya que el planeta tarda 243 días en girar sobre sí mismo mientras que su atmósfera lo hace unas 60 veces más rápido, dando origen a un régimen atmosférico llamado superrotación que sólo comparte con Titán, una de las lunas de Saturno".
Los investigadores han estudiado de manera simultánea el vórtice a dos alturas diferentes, a 42 y a 63 km de la superficie del polo sur de Venus, mediante un instrumento denominado Virtis-M, capaz de tomar imágenes infrarrojas de la atmósfera a diferentes longitudes de onda y a distintos niveles verticales.
La nave
La Venus Express, lanzada a fines de 2005, es una misión alrededor de Venus, dedicada a la observación de la atmósfera del planeta. Informa de manera detallada sobre la alta atmósfera, como así también la información sobre el contenido del monoxido de carbono y Agua debajo de las nubes.
El vortice
Según recuerda el CSIC, los vórtices atmosféricos son flujos turbulentos que rotan en espiral, frecuentes en las regiones polares de los planetas del Sistema Solar de rotación rápida, como la Tierra, Júpiter y Saturno, aunque también pueden producirse en cuerpos de rotación lenta, como es el caso de Venus.
Según este científico, "el caso de Venus es muy especial en el Sistema Solar, ya que el planeta tarda 243 días en girar sobre sí mismo mientras que su atmósfera lo hace unas 60 veces más rápido, dando origen a un régimen atmosférico llamado superrotación que sólo comparte con Titán, una de las lunas de Saturno".
Los investigadores han estudiado de manera simultánea el vórtice a dos alturas diferentes, a 42 y a 63 km de la superficie del polo sur de Venus, mediante un instrumento denominado Virtis-M, capaz de tomar imágenes infrarrojas de la atmósfera a diferentes longitudes de onda y a distintos niveles verticales.
De esta forma, los investigadores han visto que, si bien el vórtice rota aproximadamente en torno al polo sur geográfico, se acerca y se aleja de éste de manera caótica e impredecible a gran velocidad. Por otra parte, el estudio concluye que el centro de rotación no coincide a diferentes alturas y que, al contrario de lo que sucede en otros planetas como Júpiter, la vorticidad (magnitud física que cuantifica la rotación de un fluido) no se corresponde con las morfologías nubosas observadas.
En la investigación, que está liderada por el Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco, también han participado el Observatorio Astronómico de Lisboa, el Observatorio de París y el Instituto de Astrofísica Espacial y Física Cósmica de Roma.
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