Exclusivo para Infobservador
Claudio Martinez
Hace unos días propuse una pregunta en facebook. ¿es posible
ver a simple vista las lunas galileanas?
Hubo muchísimas respuestas….. la mayoría negativa (además de
algunas ingeniosas o delirantes).
Pero algunas personas, a veces experimentadas, comentaban
que si habían logrado verlas.
Por el otro lado, algunos comentarios muy pertinentes, decían
que hasta que Galileo logro verlas con su rudimentario telescopio, nadie, en
toda la historia, había visto nada…..
¿Cuál es la verdad?
Analicemos
Inicialmente parece difícil poder analizar el problema
cuantitativamente, pero por suerte el tema de ver las lunas es similar a ver
una estrella doble cuyas componentes son de muy diferente brillo.
Separar con el telescopio una estrella doble, depende de
varios factores: el clima (seeing), la altura sobre el horizonte, el color de
las estrellas, su brillo y la diferencia de magnitud entre ellas.
Nuestros ojos (muy buenos ojos!) pueden resolver 60”. Esto
significa que ningún planeta a simple vista se ve como un disco, (salvo Venus,
que en tránsito se ve como un punto sobre el Sol). El resto, son como
estrellas.
Las magnitudes de los satélites sin no estuvieran cerca de
Júpiter, serian fácilmente visibles desde cielos oscuros. (el más difícil, Calixto, que esta apenas unas décimas por encima de nuestra máxima capacidad).
Por otra parte Io, el más cercano, está a 150”.
Por lo tanto, por separación y magnitud, deberían ser
visibles a simple vista. Si no lo son, es por la enorme diferencia de brillo.
Lo mismo pasa con los telescopios… finalmente, nuestros ojos son pequeños
instrumentos ópticos.
Por ejemplo, Sirius A y B, cuando están separadas por 10”,
deberían poder verse con un telescopio de solo 1 cm. Y la realidad es que solo
se puede empezar a vislumbrar con un telescopio de 15 cm…. ¿Por qué? La
diferencia de brillo entre ambas es de casi 10 magnitudes. Una deslumbra a la
otra.
Si relacionamos los telescopios y el ojo, es posible
encontrar un valor numérico para analizar.
¿Cómo hacemos?
La idea fundamental es ver los brillos de dobles con
componentes muy diferentes, a ver si podemos encontrar una relación entre este
valor y cuantas veces más grande debe ser el telescopio para ver la componente más
débil.
Elegí algunas estrellas brillantes: Sirius, Rigel, Antares, Castor y Acrux.
Diámetro 1 (D1) es el
diámetro del telescopio para ver la estrella solo por su separación. En el caso de Sirius, se
podría ver con un telescopio de solo 1 cm. Diámetro 2 (D2) es el diámetro REAL
que debe tener un telescopio para verla.
La relación entre
D2/D1 es la cantidad de veces que debe ser un telescopio más grande para poder
verla doble. O, lo que es lo mismo, cuanta más resolución debe tener un
telescopio que la teoría indica para llegar a ver el objeto más débil.
Con suerte, haciendo un gráfico de la relación D2/D1 con
respecto a la diferencia de magnitud, debería obtener una correlación. Y así
es: Una relación lineal. A pesar de ser muy pocos datos y claramente con error,
da una función lineal muy clara.
¿Que me dice este gráfico?
Que existe una proporción entre la diferencia de magnitud de
las dos estrellas y la diferencia de diámetro o resolución para poder verla.
Con esta simple ecuación puedo calcular el diámetro que
necesito para ver una estrella de determinada diferencia de magnitud.
Por ejemplo, si quiero saber con qué equipo puedo ver
Sirius, sabiendo que tiene 10 segundos de arco de separación y una diferencia
de 10 magnitudes, procedo:
La formula común de resolución de telescopios es:
Resolución = 114/ diámetro en mm.
Por lo tanto:
Diámetro = 114/10 =
11 mm
Sirius si fueran dos estrellas relativamente brillantes de
la misma magnitud, con 11 mm de diámetro bastaría.
Me fijo en el gráfico para ver la corrección por la
diferencia de 10 magnitudes.
Corrección = 12,2
D2 = 11 mm x 12,2 =
134 mm.
No da 150 mm. (lo empírico), sino un poco menos, porque la ecuación
está por debajo del valor medido. Una vez confirmado que funciona, lo podemos pasar al
ojo.
Como dije, la proporción de diámetros es igual a la
diferencia de resolución.
Pasemos al ojo
Nuestro ojo tiene una resolución de 60 segundos de arco.
Veremos la diferencia de magnitud (Delta mag) y relación D2/D1 para cada satélite es:
Para que sea más claro el resultado, pasamos de diámetro a
resolución, ya que son relaciones lineales y están conectadas
proporcionalmente.
Diámetro hasta donde ve el ojo (resolución) = 60”
D2 = 60” x Relación D2/D1
Por ejemplo para Io
D2 = 60 x 10,2 = 610 “
O sea, para que nuestro ojo pueda ver a Io, debería estar a
610” como mínimo para poder verlo. Debido a que como máximo Io se aleja de Júpiter
a 148”, es imposible verlo a ojo desnudo.
El análisis de los cuatro galileanos:
Los datos finales están resaltados en amarillo. Eso significa que ninguno de los satélites pueden ser
visibles a simple vista, salvo tal vez, Calixto, pero muy al límite.
Conclusión
Los satélites SIN SABER QUE ESTÁN, son invisibles. Por eso históricamente
no hay ningún registro.
Si los buscas, y sabiendo donde están, ojos privilegiados pueden llegar a notar una imagen levemente deformada de Júpiter hacia donde está el satélite. Pero es más intuirlo que verlo realmente.
Si los buscas, y sabiendo donde están, ojos privilegiados pueden llegar a notar una imagen levemente deformada de Júpiter hacia donde está el satélite. Pero es más intuirlo que verlo realmente.
Nota en el gráfico que el único satélite que alcanza al mínimo teórico (en rojo) para poder verlo es Calixto, y apenas.... para colmo es débil. Así que es una observación realmente difícil.
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