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lunes, 25 de mayo de 2020

Las estrellas para los Mapuche-Pewenche

Los pueblos originarios son extremadamente desconocidos, aunque de vez en cuando puede verse algún dato recabado de los mismos descendientes. 

El lugar de esta investigación está señalado con una estrella.
En este caso, los Mapuches. En particular, esta es una investigación de Roger R. Fu, después de entrevistar (y convivir) durante 13 meses a los habitantes del pueblo Trapa Trapa.

En las culturas indígenas del continente americano, encontramos ejemplos de representaciones de estrellas, la Luna y el Sol, de eclipses, cometas e incluso supernovas en la alfarería, petroglifos, tejidos y otras técnicas artísticas.

El arte del pueblo mapuche también contiene elementos inspirados por las observaciones astronómicas. Por ejemplo, la alfarería mapuche antigua incluye piezas marcadas con objetos celestes, como la Cruz del Sur, y posibles representaciones del cálculo asociado con el sistema calendárico mesoamericano.

Los agentes del tiempo: Yepun y Wünelve


Hay varias descripciones breves sobre Yepun y Wünelve. La totalidad de estos autores identifican a ambos objetos como Venus durante sus apariciones vespertina y matutina, respectivamente. De hecho, uno de los cuatro telescopios del European Southern Observatory recibió el nombre de Yepun, bajo la impresión de que significa "Venus".

Sin embargo, identificar a ambos objetos como Venus es una simplificación excesiva. Muy pronto, esta interpretación evidencia un problema: en Trapa se da fe universalmente de que Yepun es visible durante todo anochecer del año. Venus, que aparece con frecuencia en la mañana y no al anochecer, no podría desempeñar este papel, al menos durante todo el año. La realidad es más compleja: ninguno de estos nombres pertenece a alguna estrella o planeta en particular. 

Tejido hecho en Trapa, que representa a Yepun y Ngau (los rombos grandes a izquierda y derecha, respectivamente) acompañados por estrellas tenues (arriba y abajo).


Yepun


Yepun quiere decir literalmente "trae la noche" (yen: "traer"; pun: "noche"). De forma unánime, los informantes coincidieron en que, tal como su nombre lo sugiere, esta no puede llegar sin él. A Yepun a veces se le llama el lonko (jefe) de las estrellas, y se dice que las estrellas prominentes se concentran a su alrededor como una banda de hombres que siguen a su líder. Un informante explicó su importancia con un movimiento violento de los brazos: "De irse Yepun, el mundo se iría ‘¡woo!’". 

Asi que Yepun no puede ser solo una estrella o planeta. De hecho van seleccionando a Yepun en base a tres criterios.

Sin importar el momento del año, Yepun será una estrella brillante que sale cerca de la puesta del sol y que seguirá aproximadamente la ruta solar a través del cielo. Por ende, sus movimientos corroboran en forma plena el testimonio directo de varios informantes: Yepun es el Sol nocturno. Dado su papel cósmico, esto esclarece la representación que la tejedora trapina hizo del mismo en su textil.

El tamaño del rombo que representa a Yepun demuestra su brillo (criterio 3), en tanto que su posición a la izquierda de las estrellas tenues indica que -como la noche no puede llegar hasta su salida- las restantes estrellas deben seguir sus pasos (mirando hacia el norte, el hemisferio del cielo que este recorre, las estrellas salen a la derecha y giran hacia la izquierda en aquel hemisferio). 

Una representación de la identificación de Yepun, según los informantes. Fue identificado únicamente con estrellas o planetas (puntos negros) ubicados en  posiciones similares al Sol (cercanos a la Eclíptica).
Los observadores son conscientes del cambio en las estrellas que llevan el nombre de Yepun. Por ejemplo, un informante me explicó que durante el otoño Yepun cambia de color debido al cambio en la temperatura circundante: se vuelve rojo porque hace "demasiado frío". Esta modificación de color corresponde a la sucesión de Sirio, que es azul-blanco, a Arturo, que es rojo-amarillento. Al igual que los observadores astronómicos de otras culturas, los mapuches-pewenches saben que las estrellas del cielo cambian con las estaciones, pero ellos han aplicado el mismo nombre a varios objetos debido a su cosmovisión singular, que exige la existencia de estrellas que traigan la noche y el alba.

Wünelve


Aunque Wünelve es el único nombre mencionado en el contexto de las mitologías de la creación, todos los informantes también usaron el término Luceru (una corrupción del español "Lucero" o Venus). Sin embargo, ambos nombres no son intercambiables entre sí, y los informantes siempre aluden a ellos como objetos diferentes.

Curiosamente, uno de estos objetos -Luceru- estuvo "ausente" durante varios meses en 2010, año en el cual, no obstante, desempeñó un papel fundamental en la vida de Trapa. Tres informantes distintos interpretaron su ausencia como un anuncio de eventos nefastos. De hecho, dos de ellos declararon que Lucero se había ausentado "seis meses o un año" antes del poderoso terremoto del Maule del 27/2/2010. Como explicara el Informante 1, Luceru es "muy poderoso... cuando no está allí pasan cosas malas".

En fuerte contraste con Luceru, Wünelve jamás "se perdió" durante mi estadía en el campo. Todos los informantes pudieron señalarme o dar fe de que aparecería en la mañana. Su identificación con Júpiter y Sirio el 11/5 y el 6/8, respectivamente, indica que Wünelve, al igual que Yepun de la noche, pasaba de un objeto brillante al otro en el transcurso del año. Esto fue corroborado cuando un informante indicó que "otras estrellas no son como Yepun y Wünelve, que salen todas las noches". Sin embargo, los datos aquí reunidos no bastan para identificar la sucesión completa de Wünelve, tal como se hiciera arriba con Yepun.

Ngau y el calendario Pewenche


El calendario pewenche y la fiesta de We Tripantü (año nuevo; literalmente: "el Sol sale de nuevo", para nosotros el comienzo del invierno) están íntimamente asociados con las Pléyades, que es uno de los cúmulos estelares más prominentes del cielo nocturno. En Trapa se las conoce con el nombre de Ngau Ponü ("Grupo de Papas") o, con más frecuencia, como Ngau ("grupo") sin más. En otras comunidades mapuches también se ha documentado el nombre Chawn Achawall ("Gallina con Pollitos"). Además de Yepun, Ngau es el objeto nocturno más reconocible para la población de Trapa. Su aparición determina en parte la fecha de We Tripantü y, con ello, el inicio del año en el calendario tradicional.  El uso de Ngau es muy parecido al que hacían los Guaraníes.

Conclusiones


En Trapa, el último y más sagrado día del puntewün primaveral, los fieles a la tradición se arrodillan en un semicírculo mirando hacia el sol naciente. Delante de un par de estandartes azul y amarillo y una rama del sagrado árbol de la araucaria, dos mujeres ancianas lideran al pueblo en las palabras de un canto muy antiguo: "Antü revücha antü rekuse, vachantü mai ta metu lukutulemu tami pu vochüm! Wallmapu may kümelepe pu che! ("¡Viejo y Vieja del Sol, hoy tus hijos todavía se arrodillan delante de ustedes! ¡Que el bien llegue a la gente en todo lugar!"). 



El sol, más que ningún otro elemento del mundo natural, es el objeto de las oraciones y las esperanzas de los pewenches. Durante los largos meses de invierno, la población de Trapa espera el retorno del sol y su calor a su frío hogar en las montañas. Las viejas cabañas del pueblo, hechas a mano, están orientadas cuidadosamente para dar la bienvenida a sus primeros rayos por la puerta principal. E incluso cuando el sol no se encuentra en el cielo durante las horas nocturnas, se elige a Yepun, un reemplazo idóneo, para que supervise el paso del tiempo.

En términos astronómicos, Yepun es el nombre dado a una estrella o a un planeta específico en cada noche del año. La idoneidad de un objeto para llevar este nombre depende del momento de su hora de salida, su declinación y su brillo. El objeto que lleva dicho nombre debe salir al comenzar la noche, tal como el sol sale cuando empieza el día. Además, la declinación del objeto al que se llama Yepun se desplaza estacionalmente, para así asegurar que trace una trayectoria similar en el cielo nocturno a la del sol durante el día. Del mismo modo, Wünelve, la siempre presente estrella matutina, cambia de identidad durante el año para aparecer justo antes del alba.

Esto no implica que los observadores mapuche-pewenches no se fijen en los cambios de las estrellas en el cielo a lo largo del año. Por el contrario, varios informantes demostraron tener una comprensión muy clara de este hecho. Dada su singular cosmovisión -según la cual la noche y el alba deben de ser traídos por unas estrellas-, ellos han elegido otorgar el mismo nombre a un conjunto de objetos astronómicos en el transcurso del año.

El calendario pewenche tradicional es calibrado periódicamente mediante la cuidadosa observación de las Pléyades, el Sol y la Luna. La observación de la salida helíaca de Ngau (las Pléyades) y la medición del acimut de la salida del sol aseguran la programación absoluta de la fiesta de We Tripantü cerca del solsticio de invierno. 

La novedad de las costumbres astronómicas que observé en Trapa me impresionaron profundamente. Los observadores de toda cultura y siglo miran el mismo cielo, regido por los mismos ciclos de revoluciones y órbitas. Aun así, los pewenches de Trapa han alcanzado una comprensión sistemática del movimiento del cosmos con características que pocas otras culturas comparten. Su creatividad y aguda habilidad de observación sirven como un estándar al cual los modernos astrónomos y científicos planetarios, como yo mismo, deben aspirar.


Extractado del articulo (muy extenso!): Las estrellas a través de las araucarias. La etnoastronomía Mapuche-Pewenche

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