A veces uno se olvida del comienzos de las cosas. Al principio y durante mucho tiempo el registro de los eventos astronómicos fue mediante dibujos.
El dibujo, que aun hoy se usa para el registro de algunos tipos de observaciones, como la planetaria, adolece de un problema: no es objetivo. Tiene la subjetividad de nuestro cerebro, de nuestras apreciaciones.